domingo, 18 de marzo de 2012

Los inicios del movimiento obrero en España


En 1868 llegó a España Fanelli, con la intención de crear los primeros núcleos de la I Internacional (creada en Londres en 1864). Fanelli era de tendencia anarquista (una de las dos sensibilidades que convivían dentro de la I Internacional, junto con el marxismo), por lo que los primeros núcleos de afiliados españoles desarrollaron dicha ideología. Esos primeros núcleos se estructuraron entre el proletariado catalán y el campesinado andaluz. Desde 1869 hubo una notable expansión del asociacionismo obrero, con especial importancia en Barcelona, Madrid, Levante y Andalucía. En 1870 se celebró el primer congreso de la Federación Regional Española (FRE) de la AIT, adoptándose acuerdos que iban en la línea del pensamiento anarquista (huelga general como arma revolucionaria, apoliticismo, acción directa...).
En 1871 llegó a España Paul Lafargue, yerno de Karl Marx, e impulsó el grupo de internacionalistas madrileños favorables a las posiciones marxistas (entre ellos, destacarán Francisco Mora y Pablo Iglesias), creando el periódico La Emancipación. Las discrepancias entre anarquistas y marxistas llevarán a la expulsión de estos últimos de la FRE, que crearán la Nueva Federación Madrileña.
Durante los convulsos tiempos de la I República, el internacionalismo cobró un gran auge, particularmente, los grupos anarquistas insurreccionales. Pero tras el fracaso de estos levantamientos, la FRE perdió fuerza, llegando su declive definitivo tras su prohibición al comienzo de la Restauración, lo que la condenó a la clandestinidad.



Para profundizar sobre la evolución del movimiento obrero español en el S. XIX, consulta los apuntes vistos en clase.






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